Juego,
pensamiento y lenguaje
Jerome
Bruner
El comportamiento de los
niños y los que cada día trabajan con ellos en grupos de juego, guarderías,
etc. Yo pienso, en lo que concíteme al desarrollo infantil, que los biólogos,
los psicólogos y los lingüistas han hecho progresos muy rápidos que están en
estrecha relación con la forma en que orientamos nuestra educación y nuestras
actividades de juego.
El juego es una actividad
sumamente importante para el crecimiento, unos que se hacen del juego y sin
embargo, la forma en que se aborda la competitividad en los juegos de los niños
contribuye ampliamente a desarrollar en ellos una actitud competitiva cuando
son adultos.
Jugar con otros niños tiene
un papel terapéutico importante para preparar a los niños a los enfrentamientos
sociales de su vida adulta
Para organizar el juego
principalmente con el objeto de fomentar la salud mental de los niños es
también correr en riesgo de perder algo muy importante, aquí se presente otra
vez el peligro de “confiscar la iniciativa del niño, pero gracias a Dios y a la
evolución es difícil quitar la iniciativa del niño” para organizar los juegos
en beneficios de su salud mental.
Pasemos ahora del pequeño
mundo de los experimentos con niños o con famosos físicos y consideremos como
pueden los seres humanos cumplir la formidable tarea de aprender a hablar la
lengua materna.
Los enfrentamientos con los
adultos o con los niños mayores que se empeñan en que el niño pequeño hable,
concretamente conducen muy frecuentemente a que este deje de lado algunas
expresiones y no las use durante algún tiempo.
El lenguaje que utilizan las
madres para incitar a sus hijos a hablar es lo que se suele llamar “balbuceo”,
es decir, lenguaje de bebe, que este puede entender, ya que se sitúa a su
nivel. Pero, ¿Cómo puede aprender el niño su lengua materna a partir de este
lenguaje primitivo? La situación es paradójica pero la respuesta es fácil.
El niño no solamente esta
aprendido el lenguaje sino también su utilización combinatoria como instrumento
de pensamiento y de acción. Pero para poder hablar del mundo de forma combinatoria,
el niño deber ser capaz de jugar con el mundo con esa desenvoltura que propicia
la actitud lúdica.
El juego verdadero, en una
palabra, era un pura producto de la espontaneidad individual. Sus suportes
típicos eran los colores m, el barro, el agua, la arena, etc. Y el sentido de
que el juego tenía como finalidad liberar de cualquier presiona niño.
Así pues, nos enfrentamos
con esta interesante paradoja: lo que permite a un niño desarrollar todo su
poder combinatorio no es el aprendizaje de la lengua o de la forma de razonar,
sino las oportunidades que tenga de jugar con el lenguaje y con el pensamiento.
En cierta forma, creo yo,
esta presencia complaciente al adulto o del compañero es semejante al papel que
juega la adulta en el adulto en el desarrollo al lenguaje a que aludíamos
anteriormente.
Yo pienso que la respuesta
relacionada con algo que han observado todos los estudiosos del desarrollo
infantil en los últimos cincuenta años: el pensamiento y la imaginación comienzan frecuentemente en forma
de dialogo con un compañero y , sin la ayude de otro compañero, desaparece ,
por lo menos en los primeros años.
Sin un niño de una clase o
de un grupo tiene que participar en un momento del día en alguna actividad
intelectual de cierta nivel entonces el niño tendrá juegos más variados y más
elaborados cuando vaya a jugar solo.
El juego para el niño y para
el adulto es una forma de usar la inteligencia o mejor dicho, una actitud con
respecto al uso de la inteligencia. Es un banco de prueba, un vivero en el que
se experimentar forma, de combinar el pensamiento, el lenguaje y la fantasía.
Debemos recordar que los
niños que juegan no están solos y que solos no es como están mejor por mucho que
necesitar momentos de soledad pero tanto como necesitan la soledad, necesitan
también combinar las propias ideas que conciben solos con las ideas que se les
ocurren a los compañeros. Llamaremos a esto transacción o como se quiera, pero
este es la esencia, no solo del juego, sin también del pensamiento.
UYYY Q BUENISIMO JEJE
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