viernes, 26 de abril de 2013



DESARROLLO Y APRENDIZAJE DEL LENGUAJE EN NIÑOS SORDOS
“FUNDAMENTOS PARA LA ADQUISICIÓN TEMPRANA DE LENGUAJE DE SEÑAS”




El presente artículo presenta hallazgos recientes que aportan evidencia a favor de la incorporación temprana de los niños sordos al aprendizaje de lenguaje de señas. Para esto se proporcionan antecedentes desde la descripción del proceso de adquisición lingüística en niños sordos hijos de madres sordas y otros relativos a las ventajas, en términos académicos y cognitivos, de niños sordos que aprenden tempranamente lenguaje de señas.
La mayoría de los niños sordos son hijos de padres oyentes (el 90% aproximadamente), por ello se afirma que están relativamente privados de inputlingüístico y de desarrollo de lenguaje y que viven en un ambiente comunicativo menos eficiente, en comparación con los niños oyentes y sordos hijos de padres sordos. Lo que sin duda tiene consecuencias en su desarrollo cognitivo y social.

Ante esta de privación lingüística, la incorporación temprana del lenguaje de señas (LS) en niños sordos surge como una posibilidad de disponibilidad lingüística y comunicativa, no obstante en la actualidad se estima que, fuera de COLOMBIA, sólo aproximadamente el 10 % de los niños sordos son introducidos inicialmente al lenguaje de señas y que sólo la mitad de los niños sordos que usan LS, lo usan también con su familia, y sólo unos pocos mantienen conversaciones cotidianas con sus padres oyentes. Todo esto a pesar de existir ya suficientes evidencias del status del LS como lenguaje natural o verdadero, por tanto, como un sistema lingüístico altamente estructurado con toda la complejidad gramatical del lenguaje oral.
Entonces, ante la necesidad todavía presente de discutir la conveniencia del aprendizaje temprano de LS por parte de los niños sordos, revisamos aquí investigaciones recientes que permiten apoyar la incorporación temprana de LS en niños sordos hijos de oyentes. Para ello se describe en primer lugar estudios que muestran principalmente las similitudes entre el proceso de adquisición del lenguaje de señas en niños sordos, y el de lenguaje oral en niños oyentes. Luego, se destaca la importancia una comunicación temprana efectiva entre padres oyentes e hijos sordos, para el desarrollo lingüístico, psicológico y social de estos niños. Finalmente, se describen estudios que muestran los beneficios del aprendizaje del LS para el desarrollo de competencias efectivas de comunicación en los niños sordos, incluida el habla oral, y para el desarrollo de estos niños en el ámbito académico y cognitivo- social.


DESARROLLO  Y  EDUCACIÓN  DE  LOS  NIÑOS  SORDOS

Las propias personas sordas han reclamado su papel en los estudios sobre ellos y han aportado reflexión sobre su propia experiencia. Existen aún dos controversias históricas: “el sistema de comunicación más adecuado para la educación de los niños sordos y el tipo de escolarización más positivo”.

EDAD DE COMIENZO DE LA SORDERA
La edad del niño cuando se produce la pérdida auditiva tiene una gran importancia en su desarrollo posterior. Se diferencian dos tiempos: antes de los tres años y después de esta edad. En el primer caso se llama sordera prelocutiva, es decir, antes que el niño haya consolidado el habla. En el segundo caso existe una sordera postlocutiva, posterior a la adquisición del habla.
TIPO DE SORDERA
EDAD
APRENDIZAJE ORAL

Prelocutiva

Antes de los 3 años

Lenguaje totalmente nuevo sin apenas experiencia con el sonido.
Postlocutiva
Después de los 3 años
Mantener el lenguaje adquirido, enriquecerlo y completarlo

FACTORES AMBIENTALES
Las diferencias que existen entre niños sordos no derivan únicamente de aspectos médicos asociados al tipo, grado y edad de la sordera. Existen experiencias comunicativas y educativas que pueden modificar sustancialmente el curso del desarrollo del niño sordo. La actitud de los padres ante la sordera de su hijo va a tener una notable influencia. Hay padres que niegan la evidencia y tratan a su hijo como si fuera oyente. Otros desarrollan actitudes de sobreprotección. En una posición intermedia, más positiva, están los padres que aceptan las consecuencias de la sordera, crean un ambiente relajado de comunicación, y se plantan aprender y utilizar con su hijo el sistema de comunicación más enriquecedor.

SIMILITUDES Y DIFERENCIAS EN EL DESARROLLO LINGÜÍSTICO ANTE INPUT ORAL O SIGNADO

Revisaremos aquí las similitudes entre la adquisición del LS y el desarrollo de los lenguajes orales. Las que indican que el LS es útil como modo efectivo de comunicación para los infantes sordos, siendo el proceso de adquisición del lenguaje como el de cualquier lenguaje aprendido de forma natural como primera lengua.
Los hablantes nativos de LS producen sus primeras señas a los 12 meses (ej. leche) (Drasgow, 1998) y los resultados de sus producciones lingüísticas en la respuesta social de otros, son exactamente los mismos que los producidos por las primeras palabras de los oyentes.
Niños sordos y oyentes producen similares vocalizaciones prelingüísticas, sin embargo, su aparición es más tardía en los infantes sordos. Esta producción, que es una repetición de componentes de señas, es similar en todos los niños sordos hijos de padres sordos. Se plantea que el balbuceo manual es pasado por alto por padres oyentes e investigadores.
Posteriormente, los gestos son un componente importante de la comunicación en los primeros años de vida y hasta la adultez. Existiendo similitud en los gestos y usados por los niños sordos y oyentes, siendo luego reemplazados por el lenguaje adquirido (señas u oral). Sin embargo, estos gestos tempranos en niños oyentes son menos usados para comunicarse realmente, como lo hacen los niños sordos.
La importancia del estudio de los gestos está dada por constituir los precursores de las señas. Los gestos acompañan las señas de la misma manera que acompañan el habla. De ahí que importe investigar la relación entre gestos tempranos, palabras o señas tempranas y el conocimiento que alcanzan los niños de las cosas a las cuales refieren. En los oyentes se los puede distinguir de las palabras, sin embargo, en los sordos es más difícil distinguirlos, pero son importantes para estudiar su desarrollo lingüístico y cognitivo.
En síntesis, las particularidades del uso de los gestos en los niños sordos, ameritan mayor investigación, ya que estos movimientos manuales hechos por niños sordos, son la transición entre el balbuceo y el uso de signos.
Durante la edad preescolar, los niños expuestos naturalmente a LS incrementan rápidamente la frecuencia con la que usan signos convencionales para comunicarse acerca de objetos y acciones. Los signos a esta edad se acumulan y modifican lo que mejora la comunicación con otros. A los 3 años modifican signos, como por ejemplo, inflexiones, a los 5 años de edad ya su producción cumple con la reglas de la Lengua de Señas de Colombiana (LSC), sin embargo, a los 3 ó 4 años no saben que los signos pueden ser modificados para alterar su significado. El proceso de modificaciones es similar a los que realizan los niños oyentes con las palabras.
El orden en que adquieren los nuevos aspectos del lenguaje niños sordos hijos de padres oyentes, niños oyentes de padres oyentes y niños sordos hijos de padres sordos, es el mismo, eso sí con retraso en los primeros. Los niños sordos entre los 3 y 4 años sobre-generalizan algunos signos (ej. verbos irregulares) de la misma manera que lo hacen los oyentes con las primeras palabras (uso de reglas generales), por ejemplo, agregando dirección a verbos no direccionales (ej. TOCAR o BEBER).

ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE E IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN TEMPRANA ENTRE PADRES E HIJOS SORDOS

La adquisición del lenguaje, es sin duda un fenómeno que nos parece natural y casi automático. De hecho, usualmente los términos desarrollo del lenguaje o aprendizaje del lenguaje son usados indistintamente al considerar niños oyentes, sin embargo, en el caso de los niños sordos, esto no es posible, se hace necesaria realizar una distinción. Desarrollo de lenguaje, supone el seguimiento de un patrón de forma natural o más o menos automática. Aprendizaje del lenguaje, en cambio, da cuenta de un esfuerzo requerido, con la ocurrencia de actividades intencionales que involucran al niño como aprendiz y a un adulto como profesor, siendo así el término que resulta más apropiado para describir el proceso de adquisición lingüística en los niños sordos.
La disponibilidad y accesibilidad de la comunicación padres-hijos es quizás la variable individual más importante en el desarrollo de los niños sordos. Un temprano establecimiento de lenguaje, fundamenta la adquisición de la lector escritura y de herramientas cognitivas y sociales durante la escuela, y puede ser el mejor predictor individual del éxito académico. Sin embargo, los niños sordos hijos de padres oyentes están en desventaja frente a esto.
Entonces, es importante prestar atención a las interacciones tempranas de los hijos sordos con sus padres oyentes. En particular a las estrategias de aprendizaje y a las capacidades de los padres y las implicancias de estas para el aprendizaje de los niños y su futura interacción social. Es sabido, que cuando los padres oyentes conocen la condición de sordera de sus hijos, comienzan a percibir la aparente “inutilidad” de la emisión de sonidos en la comunicación con ellos. Lo que redunda en que los padres pierden espontaneidad en la comunicación con sus hijos. No obstante, existe la posibilidad de que la comunicación madre-hijo sordo, se soporte sobre el desarrollo de otras modalidades de reconocimiento afectivo.
Al respecto, se ha descrito cómo las madres sordas y oyentes de niños sordos utilizan una gran variedad de modalidades de interacción con sus hijos, existiendo una relación entre la expresión facial y emociones básicas, lograda eficientemente por los niños sordos y oyentes a partir de los 12 meses. Las madres sordas de preescolares sordos, que se comunican en LS son sensibles a la necesidad de claridad en la comunicación hacia sus hijos, recurriendo a un uso de lenguaje no gramatical. Así, también es posible que los padres oyentes, al conocer de la pérdida auditiva de sus hijos, desarrollen intuitivamente estrategias no auditivas, tales como el contacto táctil, al igual que las madres sordas de niños sordos. Estas interacciones probablemente permiten el crecimiento de la relación entre padres e hijos y promueven el desarrollo de un lenguaje efectivo, sobretodo en el primer año de vida, ya que servirían de soporte para el desarrollo de herramientas comunicativas, manteniendo la atención necesaria para que el niño aprenda a comunicarse en una modalidad viso-gestual.
Aun cuando para algunos niños sordos puede ser suficiente el input oral-auditivo, para la mayoría, el adquirir lenguaje requiere que integren la información de los labios, rostro y/o manos de sus padres. Los niños oyentes relacionan simultáneamente (implícitamente o explícitamente) lo que sus padres dicen y la exploración que hacen de los objetos y del entorno, es decir, el lenguaje hablado de los padres y la información visual. En cambio, los niños sordos, dependientes de la modalidad visual, reciben ambos inputs de manera secuencial, haciendo que la relación entre lenguaje y significado les sea menos obvia. Así, la introducción de LS o un habla con soporte visual es insuficiente, si otros aspectos del ambiente lingüístico no son modificados, por ejemplo, asegurándose que las señas sean mostradas con los objetos cerca de su campo visual.
Por tanto, la calidad de la interacción temprana padres-hijos es altamente dependiente de las estrategias de comunicación que se posean. Las madres oyentes de niños sordos cuando quieren capturar la atención de sus hijos muchas veces lo hacen en forma disruptiva e intrusiva (ej. moviéndoles la cabeza hacia ellas). Tienen pocas estrategias de orientación visual. Padres oyentes de niños sordos en general son más controladores, enfatizando el control físico y utilizando más comunicación directiva, no comprendiendo que si utilizaran canales más efectivos de comunicación requerirían menos del control. Pueden aprender a usar estrategias visuales, como las que usan las madres de niños sordos, sin embargo, frecuentemente deben recordar que sus niños dependen de señales visuales.
Se sabe, además, que padres oyentes de niños sordos compensan sus anhelos de una comunicación efectiva en LS con consideraciones emocionales inadecuadas. Lo que significa que la efectividad de la comunicación decrece. Por lo que la pérdida de flexibilidad y fluidez del lenguaje utilizado por los padres oyentes, reduce la calidad de sus interacciones sociales y educativas con sus hijos sordos.
Finalizamos este apartado concluyendo que el establecimiento de estrategias efectivas de comunicación padres-hijos, no sólo mejora las interacciones tempranas en el niño sordo, sino que además tiene beneficios a largo plazo en su aprendizaje del lenguaje y en su desarrollo social y cognitivo.

INCORPORACIÓN TEMPRANA DEL LENGUAJE DE SEÑAS COMO PREDICTOR DE UN LENGUAJE EFECTIVO EN NIÑOS SORDOS

La importancia de la introducción temprana del LS en los niños sordos, puede ser avalada hoy en día desde distintas evidencias; desde su reconocimiento como lenguaje natural y las implicancias socioculturales de ello, por las evidencias de los logros alcanzados por los niños sordos, hijos de madres sordas, al adquirirlo naturalmente, por la evidencia de que las etapas de adquisición del lenguaje de señas son similares a las del lenguaje oral y recientemente además, desde la neurociencia al aportar evidencia que muestra que la organización neural del cerebro que participa a la base del lenguaje de un hablante nativo de lenguaje de señas, es similar a la de un hablante de lenguaje oral, a pesar de tener un componente viso-espacial.
No obstante, las ventajas del aprendizaje temprano del LS, es importante considerar que los niños sordos interactúan en otros contextos además del de su hogar, lo que los expone a más experiencia de lenguaje y más patrones, por lo que el aprendizaje del lenguaje contextual es complejo. Por ejemplo, cuando los padres oyentes de niños sordos están aprendiendo LS, sus hijos lo aprenden más rápido porque en la educación preescolar están más expuestos a LS y porque son más dependientes de él, es decir, les resulta más eficiente. Con los profesores sucede lo mismo, del 25% al 50% de la información es omitida en su LS, al usar ellos simultáneamente LS y lenguaje oral. Además del caso de uso erróneo de los signos por oyentes.
Estudios con pruebas estandarizadas de desarrollo del lenguaje muestran disparidad entre niños sordos y no sordos (semántica, sintaxis y aspectos pragmáticos). Encontraron dificultades consistentes en sordos profundos en el uso de herramientas pragmáticas en las interacciones cara a cara.
Sin embargo, se plantea si estos resultados son, porque los sordos tendrían desconocimiento de las reglas del discurso conversacional o por problemas atribuibles al tipo de evaluación. Al respecto, es importante considerar que las reglas del discurso conversacional presentan diferencias al comparar comunicación oral con comunicación por señas en hablantes nativos.
Al respecto, un estudio en que se utilizó un análisis basado en la comprensión del significado de historias, muestra equivalencia en el uso de reglas discursivas por parte de niños sordos y oyentes, de entre 7 y 15 años. Estando así, la dificultad de los sordos en el menor dominio mostrado de la gramática y el vocabulario del lenguaje oral y no en la estructuración semántica de sus producciones (escritas y signadas). De esta forma, se concluye que la carencia de fluidez de los niños sordos, puede esconder la presencia de una coherencia temática correcta en la escritura de los niños sordos en la escuela, lo que llevaría a suponer que estos niños tendrían déficit de herramientas discursivas. Entonces se afirma que los sordos conocen las reglas del discurso necesarias para la escritura y para una conversación normal. Se demuestra así, que las habilidades lingüísticas generales son independientes de las sub-herramientas específicas del inglés (idioma estudiado) y comparables a las de los compañeros oyentes de su misma edad. Estudios como estos permiten superar la visión que entregaban las primeras investigaciones en que se confundían las habilidades cognitivas de los niños sordos (entre ellas las lingüísticas) con habilidades relativas al idioma de la respectiva comunidad oyente

EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS SORDOS. DESARROLLO COMUNICATIVO Y LINGÜÍSTICO Y DESARROLLO COGNITIVO.

·         EL DESARROLLO COMUNICATIVO Y LINGÜÍSTICO

Los procesos de socialización lingüística son distintos como distintos son los ambientes en los que se desarrollan los niños sordos. Los niños sordos cuyos padres son signantes (utilizan la lengua de signos) adquieren de forma espontánea la lengua de signos que se utiliza en el ambiente familiar. La relación es similar a la que se produce entre el niño oyente y el lenguaje oral hablando en su familia. En esta situación se halla al menos el 10 % de niños sordos cuyos padres también son sordos. Losa demás niños sordos tienen padres que de entrada no conocen la lengua de signos y utilizan la lengua oral, aunque se ven obligados a aprender algún sistema de comunicación signado al valorar las consecuencias positivas que puede tener para su hijo (en la mayoría de los casos la lengua de signos propia de la comunidad de personas sordas).

·         LA COMUNICACIÓN TEMPRANA
Las diferencias entre los niños sordos y los oyentes comienzan a manifestarse desde los primeros meses de vida. Los lloros, balbuceos y arrullos de los primeros cuatro meses son iguales en unos y en otros, pero estas expresiones vocales empiezan a descender en los niños sordos con pérdidas auditivas severas y profundas a partir de los cuatro-seis meses. La ausencia de feedback  auditivo de sus propias vocalizaciones contribuye decisivamente a esta desaparición. Mientras que los niños oyentes  comienzan desde los primeros meses a desarrollar pautas de entonación adecuada al lenguaje oral que escuchan, a responder diferencialmente a estas entonaciones y a establecer la relación entre sonido y visión, los niños sordos no manifiestan de forma semejante estos comportamientos.
·         LA ADQUISICIÓN DE LA LENGUA ORAL
El proceso de adquisición del lenguaje oral por los niños sordos profundos es muy diferente al de los niños oyentes a al de los propios sordos en relación con la lengua de signos, según se describirá posteriormente. Los niños sordos, especialmente si la sordera es profunda, se enfrentan a un difícil y complicado problema como es el de acceder a un lenguaje que no pueden oir. Su adquisición no es, por tanto, un proceso espontáneo y natural, vivido en situaciones habituales de comunicación e intercambio de información, sino que es un difícil aprendizaje que debe ser planificado de forma sistemática por los adultos. Las palabras se incorporan poco a poco al vocabulario del niño, convirtiéndose su adquisición en un objetivo en sí mismo, lejos de un contexto comunicativo interactivo.
·         LA ADQUISICIÓN DE LA LENGUA DE SIGNOS

Numerosos  estudios realizados sobre la adquisición de la lengua de signos han comprobado que su evolución es muy semejante a la que se produce en los niños oyentes en relación con la lengua oral. Esta similitud básica, sin embargo, no impide que se manifiesten determinadas diferencias debidas a su distinta modalidad de expresión, manual u oral. Estas profundas semejanzas encontradas entre la adquisición y el desarrollo de la lengua de signos y la lengua oral no debe obviar que cada una de estas lenguas tiene una modalidad propia de expresión, lo que provoca diferencias específicas entre ambas. Fernández Viader (1996) recoge un ejemplo que es representativo de las posibilidades de la lengua hablada, que se expresa de forma sucesiva, y de la lengua signada, que se expresa de forma más simultánea. Dos palabras no se pueden pronunciar al mismo tiempo. Sin embargo, algunos signos, equiparables a una  frase, pueden expresarse de forma simultánea, integrándolos en una expresión signada más amplia en la que se utilizan ambas manos, o las manos y el movimiento de la cabeza.


·         EL DESARROLLO COGNITIVO
El libro de Myklebust (1964) sobre la psicología del sordo recoge la tesis de que el desarrollo de la inteligencia de los sordos es diferente al de los oyentes. El dato principal en el que se basa es que su pensamiento está más vinculado a lo concreto y presenta más dificultades para la reflexión abstracta. Esta constatación no impide que en muchas pruebas de inteligencia, especialmente aquellas con menor contenido verbal, los resultados que obtienen los sordos sean similares a los de los oyentes. Por estas razones es posible desarrollar una psicología propia de las personas sordas.
Esta diferencia procede de las limitaciones que tienen los sordos para acceder a la información, por lo que su atención se centra sobre todo en sus experiencias internas. La ausencia del sonido limita el acceso al lenguaje, lo que a su vez va a influir en el desarrollo del pensamiento abstracto y reflexivo.


·         LA INTELIGENCIA SENSORIOMOTORA Y EL DESARROLLO DEL JUEGO SIMBÓLICO
Las escasas investigaciones realizadas (Marchesi y col. 1994, 1995), han comprobado que el desarrollo sensorio motor de los niños sordos es semejante al de los oyentes. Destacar la importancia del lenguaje en los juegos más sociales como son los juegos de roles.

·         PENSAMIENTO LÓGICO CONCRETO E HIPOTÉTICO DEDUCTIVO
Los niños sordos presentan una evolución similar a la de los niños oyentes aunque con un retraso entre dos y cuatro años, en función del nivel de abstracción requerido para alcanzar el concepto estudiado.
El pensamiento hipotético-deductivo es el que caracteriza  la etapa de las operaciones formales. Piaget ha reconocido la importancia del lenguaje para alcanzar este nivel intelectual, por lo que cabe esperar que los niños sordos con mayor retraso lingüístico tengan más dificultades para dominar este tipo de pensamiento. Los estudios realizados ponen de manifiesto estas dificultades, aunque existen diversas interpretaciones. Se cree que la causa del problema se debe al tipo de enseñanza que reciben los sordos, demasiado concreta y literal, el factor de las limitaciones para el pensamiento abstracto que manifiestan los sordos (Woods et al., 1986).
·         CONOCIMIENTO E INFORMACIÓN
La adquisición de conocimientos está muy relacionada con la capacidad de recibir información y elaborarla adecuadamente. No es extraño por tanto, que los sordos tengan mucho más restringido sus conocimientos de realidad.
La investigación realizada por Esteban Torres (1986) sobre el recuerdo de cuentos y narraciones en niños sordos pone de manifiesto estas limitaciones. Los niños sordos de cuatro a seis años con pobre nivel lingüístico presentan muchas más dificultades para recordar secuencias narrativas de la vida diaria que los niños oyentes y que otros niños sordos que han adquirido la lengua de signos.
·         LA EVALUACIÓN DE LOS NIÑOS SORDOS
Debe abarcar dos ámbitos claramente diferenciados, aunque interrelacionados, que son competencia de distintos profesionales: la medición de la audición y la evaluación psicopedagógica.
·         LA MEDICIÓN DE LA AUDICIÓN
Las dos pruebas más utilizadas, la primera con bebés y la segunda con niños mayores de tres años, son los potenciales evocados y la audiometría tonal.

·         LOS POTENCIALES EVOCADOS
Es la prueba más utilizada y fiable con menores de tres años. Se basa en el envío de estímulos sonoros a las distintas estructuras de la vía auditiva. Las señales bioeléctricas que provocan estos estímulos son recogidas por unos electrodos y posteriormente se registran y analizan por un ordenador. Los potenciales de latencia corta o de tronco cerebral son los más utilizados con niños y permiten el diagnóstico auditivo en tonos medios y agudos (1000 a 4000 Hz), así como la situación de algunas lesiones auditivas mediante el estudio comparativo de las distintas ondas que se producen.
·         LA AUDIOMETRÍA TONAL

Es una de las pruebas más características y se puede empezar a utilizar con niños mayores de tres años, ya que deben ser entrenados para escuchar el sonido y dar una respuesta. Se emplea un audímetro que es un aparato que emite distintos sonidos con distintas frecuencias e intensidades. Los resultados obtenidos se expresan en un audiograma, que recoge la intensidad de la pérdida auditiva del niño en cada uno de sus oídos  en función de diversas frecuencias.

·         LA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA

La evaluación psicopedagógica debe obtener información sobre las características del entorno familiar del niño, sus posibilidades de aprendizaje y las condiciones educativas con el fin de colaborar para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea lo más efectivo posible. La finalidad de la evaluación es obtener datos, seleccionar los más significativo, completarlos a partir de la observación o de otros medios complementarlos e interpretarlos para señalar la respuesta educativa más adecuada.
La evaluación del alumno no se dirige exclusivamente hacia sus capacidades ni se realiza en un momento específico. Es más bien una relación interactiva y continuada entre el evaluador, la familia, el niño y los profesores para conocer el origen de las necesidades educativas del niño y establecer conjuntamente el modo y estilo comunicativo, así como las experiencias de aprendizaje que sean más enriquecedoras para el niño. La evaluación debe orientarse a tres ámbitos específicos: la familia, el niño y la escuela.

·         EL CONTEXTO FAMILIAR
Lo que sucede en el ámbito familiar tiene gran importancia en el desarrollo y aprendizaje de cualquier alumno. Las relaciones familiares, el clima social y emocional, el seguimiento de los progresos del niño, y las expectativas hacia él son factores que tienen gran influencia en la evolución de los niños. En el caso de los niños sordos, además de aquellos, hay un aspecto del entorno familiar que tiene una especial relevancia: el tipo de comunicación que se utiliza en el hogar.
La forma y el estilo de comunicación que utilizan los padres con el niño sordo tiene una gran importancia para su desarrollo y aprendizaje, como ya hemos señalado. Si los padres también son sordos, existirá un mayor conocimiento de las consecuencias de la sordera, y una habitual comunicación con la lengua de signos, lo que facilitará las relaciones familiares. Si los padres son oyentes, necesitarán más información sobre el mundo del sordo y sobre el modo de comunicación más adecuado para su hijo. De cualquier forma debe haber estrecha coordinación entre el modo de comunicación que se utiliza en el colegio y el que se utiliza en la familia.

·         LAS CAPACIDADES DEL NIÑO SORDO
El conocimiento de las capacidades comunicativa, cognitiva y social del niño, así como sus posibilidades de aprendizaje, son un objetivo imprescindible para hacer una evaluación psicopedagógica. Debemos conocer las capacidades a nivel comunicativo-lingüístico. Su objetivo es conocer  el nivel fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático que ha alcanzado el niño en su comunicación oral y, si utiliza otra modalidad comunicativa, en la lengua de signos. La estrategia más adecuada suele ser la observación en  situaciones de interacción, si el niño es pequeño o tiene una pérdida auditiva profunda. La colaboración con padres y profesores, es imprescindible para hacer la evaluación completa.
La evaluación del desarrollo cognitivo es otra dimensión importante para tenerse en cuenta. Entre dos y seis años, la observación del juego simbólico, es el instrumento más rico para conocer su evolución. Para ello es preciso facilitar al niño diferentes juguetes y materiales que permitan analizar este factor. A partir del juego que realiza en compañía de sus padres o de otros niños se puede también analizar su nivel y estilo comunicativo.
·         EL CONTEXTO ESCOLAR
Hay que valorar el tipo de comunicación que se establece con el profesor y con los compañeros. Considerar si favorece los intercambios comunicativos y si permite que el niño acceda a los aprendizajes escolares. Hay que evaluar también el ritmo de aprendizaje del niño sordo y comprobar los cambios que se deben realizar en los distintos componentes del currículo para adaptarlos a las posibilidades del niño. También hay que observar la influencia de  otros factores, como la luminosidad, la acústica del aula o la ubicación del alumno en relación con el profesor, la pizarra o cualquier otra fuente de información.
·         EL PROCESO DE ENSEÑANZA
Las decisiones más importantes que se han de tomar a lo largo del proceso de enseñanza son: los sistemas de comunicación, las adaptaciones curriculares y el tipo de escolarización.
·         LOS SISTEMAS DE COMUNICACIÓN
En los países del Sur de Europa, existe la tradición que defiende el valor de la comunicación oral en la educación de los niños sordos. La lengua de signos como un conjunto de gestos icónicos y poco estructurados, y el miedo a que su utilización interfiera en el aprendizaje de la lengua oral ha conducido a rechazar la incorporación de sistemas manuales de comunicación en las escuelas para sordos.
·         PALABRA COMPLEMENTADA O CUED-+SPEECH
Es un sistema elaborado por Cornett (1967). Su objetivo es permitir que el niño sordo aprenda el lenguaje por medio de la lectura del movimiento de los labios con la ayuda de señales suplementarias. Con este método no creamos una alternancia comunicativa, sino que facilitamos la comprensión del lenguaje oral por medio de señales manuales.
Este sistema se basa en la utilización de un conjunto de señales manuales cerca del rostro para que se vean de forma simultánea a la percepción del movimiento de los labios. La adaptación española de la palabra complementada de Santiago Torres (1988) utiliza ocho formas de la mano para las consonantes y tres posiciones para las vocales.
Este sistema no ayuda a la expresión comunicativa pero es una alternativa para la comunicación.
·        ENFOQUE BILINGÜE
La comunicación bilingüe supone utilizar dos lenguas con las personas sordas: la lengua de signos y la lengua oral. Este enfoque bilingüe puede tener puede tener dos alternativas: el bilingüismo sucesivo y el simultáneo, en el que ambas lenguas se emplean desde el comienzo en la comunicación del niño sordo.
Hay dos razones para la defensa del enfoque bilingüe: la primera que la lengua de signos es un sistema lingüístico estructurado, con coherencia interna y un sistema de reglas capaz de producir expresiones y significados. En segundo lugar, la presencia de una comunidad de personas sordas que utilizan la lengua de signos como lengua propia. Sus dificultades son de tipo practico: formación de padres y profesores.
·         LAS ADAPTACIONES DEL CURRÍCULO
Hay algunas áreas, lengua oral, lengua extranjera y música, en las que deben realizarse importantes adaptaciones curriculares. En el caso de lengua se han de tener en cuenta todas las cosas descritas anteriormente. En el planteamiento de la lengua extranjera se debe estar en estrecha colaboración con el de la lengua propia. Se puede decir en general que hasta que el niño sordo no haya alcanzado un cierto dominio de su primer código lingüístico, no es aconsejable que inicie el aprendizaje de una segunda lengua. Los objetivos de esta área se han de centrar en hacer ver al alumno la existencia de otros sistemas orales distintos al suyo y que llegue a ser capaz de utilizar expresiones de uso habitual.
Es importante desarrollar el deseo de sabes, el interés por la búsqueda de información, el gusto por la lectura y la satisfacción por la resolución de un problema determinado. A estos objetivos debe adaptarse la metodología que se desarrolla en el aula. Cuatro principios han de tenerse en cuenta:
§  Favorecer la  actividad propia de los alumnos.
§  Organizar actividades de aprendizaje en pequeños grupos.
§  Facilitar que los alumnos puedan realizar tareas distintas.
§  Utilizar métodos visuales de comunicación.

LENGUAJE EFECTIVO
La denominación lenguaje efectivo hace referencia a la necesidad de los niños sordos de interactuar con la mayoría de la comunidad oyente, no obstante, los beneficios del lenguaje de señas, incluso para alcanzar esta meta.
Sin embargo, los niños sordos tienen dificultad para alcanzar un lenguaje oral inteligible y más aún quienes tienen pérdida auditiva congénita, alcanzando difícilmente un habla completamente comprensible.
La efectividad del lenguaje pasa también por el nivel de competencia alcanzado por los sordos en la lector-escritura, referente a esto las recientes investigaciones ha demostrado la ventaja que obtienen en esta habilidad quienes han sido incorporados tempranamente a LS. La importancia de esto lo muestra un estudio que refiere que los niños sordos más avanzados en sus herramientas de lecto-escritura, hacen un mayor uso de un lenguaje de señas privado en la casa y en la escuela, uso que supone un aprendizaje temprano o natural (en el caso de niños sordos hijos de sordos) de este lenguaje.
Respecto a los beneficios globales alcanzados en el lenguaje por los niños sordos al ser hijos de padres sordos, es necesario tomar en cuenta que estas ventajas se deben probablemente más al ambiente de aprendizaje que a una propiedad per se del LS. Así, la vía por la cual el conocimiento y significación temprana del lenguaje es organizada depende de la calidad y cantidad de interacciones lingüísticas, siendo importante para las posteriores herramientas de lector escritura.
Se concluye, de esta manera, que existe una estrecha relación entre la sensibilidad maternal a las interacciones y las herramientas efectivas de lenguaje expresivo de los niños sordos. Esto indica la necesaria flexibilidad y motivación de las madres oyentes, como características para compensar las necesidades de sus hijos sordos.

LENGUAJES DE SEÑAS Y POSTERIOR APRENDIZAJE DEL HABLA ORAL

Históricamente, educadores de la tradición oralista, han planteado que aprender LS podría disminuir la habilidad o motivación para aprender lenguaje oral, sin embargo, no existe evidencia empírica de esto. Lo que sí se ha visto es que la gramática del LS a veces se introduce en la escritura y habla de niños sordos (como en el aprendizaje de cualquier segunda lengua). No obstante, este tipo de dificultades, se sabe que la temprana exposición de los niños sordos al lenguaje de señas, es un predictor significativo del posterior éxito académico.
De hecho, se afirma que cerca del 90% de los niños sordos estarían en condiciones de adquirir lenguaje oral (recepción y producción), pero bajo óptimas condiciones (familiares, educacionales, intelectuales). Sin embargo, este optimista porcentaje no discrimina entre quienes están en condiciones de usar lenguaje oral eficientemente y quienes sólo lo pueden usar para el habla cotidiana.
Niños sordos participantes de programas de educación bimodal (simultaneidad de uso de lenguaje oral y el idioma respectivo en una versión signada) muestran mejor desempeño en LS que en lenguaje oral. No existiendo diferencias entre niños sordos hijos de sordos u oyentes a los 5-6 años, en habilidad para el inglés hablado o signado; sin embargo, a los 7-8 años los hijos de sordos muestran una pequeña ventaja en ambas modalidades. Además, se ha demostrado, estudiando a hijos oyentes de padres sordos, que la disponibilidad temprana de lenguaje signado y hablado facilita el lenguaje expresivo.

DISCUSIÓN

En relación a los antecedentes revisados, es importante destacar que en general el establecimiento de estrategias efectivas de comunicación madre niño, no sólo mejora las interacciones tempranas, sino que además, tiene beneficios a largo plazo tanto para el aprendizaje del lenguaje, como para el desarrollo social y cognitivo.
Lo anterior, cobra especial relevancia en el ámbito de la educación temprana de los niños sordos, ya que un adecuado programa de estimulación debe tener en cuenta que no sólo se debe actuar remedialmente sobre el “déficit” del niño, sino que la intervención en su desarrollo lingüístico implica otras áreas, tales como la afectiva, la intelectual y la social.
Al respecto, por ejemplo, existe evidencia aportada por estudios que investigan cómo en los niños sordos, hijos de padres oyentes se ve retrasada la edad en que adquieren la capacidad de atribuir estados mentales en los otros (teoría de la mente), fundamentalmente por sus limitadas interacciones lingüísticas antes de los 5 años con sus padres oyentes, explicado esto por la hipótesis que vincula la habilidad lingüística con el desarrollo de esta capacidad en los niños. Estas investigaciones muestran lo crucial de darle la oportunidad a los niños sordos de desarrollar LS tempranamente para que así tengan la posibilidad de representase su entorno y a sí mismos, sin presentar retrasos debidos a la estimulación por canales inadecuados.
Nos parece relevante destacar, también, que los beneficios globales alcanzados en el lenguaje por los niños sordos al ser hijos de padres sordos, demostrados por investigaciones que además han servido para la reivindicación del LS como lengua natural, no se deben a que este lenguaje tenga cualidades que lo hagan superior u otros, más bien debemos concluir que estos datos nos muestran la importancia del adecuado ambiente de aprendizaje de una lengua.
Es importante centrar las investigaciones en los aspectos pragmáticos del lenguaje oral logrado por los sordos y no sólo en el dominio sintáctico o gramatical alcanzado, ya que mucha de la integración social de los sordos depende más bien de la posibilidad de ser competentes en ambientes informales, fuera de la comunidad sorda (en la oyente) en contextos por ejemplo, conversacionales. Por esto, además se requiere la consideración de factores sociales al estudiar el aprendizaje del lenguaje en los niños sordos. Entendiendo, de esta forma, que importa, como en el estudio de cualquier lenguaje, la comprensión de la interacción entre estructura, contenido y contexto.
Finalmente, los estudios revisados aquí, muestran que ni el lenguaje oral ni el de señas pueden ser vistos como alternativas excluyentes sino que, más bien, hay que considerar que los sordos siempre participarán en dos comunidades, la oral y la sorda, y lo importante es que tengan las competencias necesarias para desempeñarse eficientemente en ambas.




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