DESARROLLO Y APRENDIZAJE DEL LENGUAJE EN
NIÑOS SORDOS
El presente artículo
presenta hallazgos recientes que aportan evidencia a favor de la incorporación
temprana de los niños sordos al aprendizaje de lenguaje de señas. Para esto se
proporcionan antecedentes desde la descripción del proceso de adquisición
lingüística en niños sordos hijos de madres sordas y otros relativos a las
ventajas, en términos académicos y cognitivos, de niños sordos que aprenden
tempranamente lenguaje de señas.
La mayoría de los niños
sordos son hijos de padres oyentes (el 90% aproximadamente), por ello se afirma
que están relativamente privados de inputlingüístico y de desarrollo de
lenguaje y que viven en un ambiente comunicativo menos eficiente, en
comparación con los niños oyentes y sordos hijos de padres sordos. Lo que sin
duda tiene consecuencias en su desarrollo cognitivo y social.
Ante esta de privación
lingüística, la incorporación temprana del lenguaje de señas (LS) en niños
sordos surge como una posibilidad de disponibilidad lingüística y comunicativa,
no obstante en la actualidad se estima que, fuera de COLOMBIA, sólo
aproximadamente el 10 % de los niños sordos son introducidos inicialmente al
lenguaje de señas y que sólo la mitad de los niños sordos que usan LS, lo usan
también con su familia, y sólo unos pocos mantienen conversaciones cotidianas
con sus padres oyentes. Todo esto a pesar de existir ya suficientes evidencias
del status del LS como lenguaje natural o verdadero, por tanto, como un sistema
lingüístico altamente estructurado con toda la complejidad gramatical del
lenguaje oral.
Entonces, ante la necesidad
todavía presente de discutir la conveniencia del aprendizaje temprano de LS por
parte de los niños sordos, revisamos aquí investigaciones recientes que
permiten apoyar la incorporación temprana de LS en niños sordos hijos de
oyentes. Para ello se describe en primer lugar estudios que muestran
principalmente las similitudes entre el proceso de adquisición del lenguaje de
señas en niños sordos, y el de lenguaje oral en niños oyentes. Luego, se
destaca la importancia una comunicación temprana efectiva entre padres oyentes
e hijos sordos, para el desarrollo lingüístico, psicológico y social de estos
niños. Finalmente, se describen estudios que muestran los beneficios del
aprendizaje del LS para el desarrollo de competencias efectivas de comunicación
en los niños sordos, incluida el habla oral, y para el desarrollo de estos
niños en el ámbito académico y cognitivo- social.
DESARROLLO Y EDUCACIÓN DE
LOS NIÑOS SORDOS
Las propias personas sordas han
reclamado su papel en los estudios sobre ellos y han aportado reflexión sobre
su propia experiencia. Existen aún dos controversias históricas: “el sistema de
comunicación más adecuado para la educación de los niños sordos y el tipo de
escolarización más positivo”.
EDAD DE COMIENZO DE LA SORDERA
La
edad del niño cuando se produce la pérdida auditiva tiene una gran importancia
en su desarrollo posterior. Se diferencian dos tiempos: antes de los tres años
y después de esta edad. En el primer caso se llama sordera prelocutiva, es
decir, antes que el niño haya consolidado el habla. En el segundo caso existe
una sordera postlocutiva, posterior a la adquisición del habla.
TIPO
DE SORDERA
|
EDAD
|
APRENDIZAJE
ORAL
|
Prelocutiva
|
Antes de los 3 años
|
Lenguaje totalmente nuevo sin apenas
experiencia con el sonido.
|
Postlocutiva
|
Después de los 3 años
|
Mantener el lenguaje adquirido,
enriquecerlo y completarlo
|
FACTORES AMBIENTALES
Las
diferencias que existen entre niños sordos no derivan únicamente de aspectos
médicos asociados al tipo, grado y edad de la sordera. Existen experiencias
comunicativas y educativas que pueden modificar sustancialmente el curso del
desarrollo del niño sordo. La actitud de los padres ante la sordera de su hijo
va a tener una notable influencia. Hay padres que niegan la evidencia y tratan
a su hijo como si fuera oyente. Otros desarrollan actitudes de sobreprotección.
En una posición intermedia, más positiva, están los padres que aceptan las
consecuencias de la sordera, crean un ambiente relajado de comunicación, y se
plantan aprender y utilizar con su hijo el sistema de comunicación más
enriquecedor.
SIMILITUDES
Y DIFERENCIAS EN EL DESARROLLO LINGÜÍSTICO ANTE INPUT ORAL O SIGNADO
Revisaremos aquí las
similitudes entre la adquisición del LS y el desarrollo de los lenguajes
orales. Las que indican que el LS es útil como modo efectivo de comunicación
para los infantes sordos, siendo el proceso de adquisición del lenguaje como el
de cualquier lenguaje aprendido de forma natural como primera lengua.
Los hablantes nativos de LS
producen sus primeras señas a los 12 meses (ej. leche) (Drasgow, 1998) y los
resultados de sus producciones lingüísticas en la respuesta social de otros,
son exactamente los mismos que los producidos por las primeras palabras de los
oyentes.
Niños sordos y oyentes
producen similares vocalizaciones prelingüísticas, sin embargo, su aparición es
más tardía en los infantes sordos. Esta producción, que es una repetición de
componentes de señas, es similar en todos los niños sordos hijos de padres
sordos. Se plantea que el balbuceo manual es pasado por alto por padres oyentes
e investigadores.
Posteriormente, los gestos
son un componente importante de la comunicación en los primeros años de vida y
hasta la adultez. Existiendo similitud en los gestos y usados por los niños
sordos y oyentes, siendo luego reemplazados por el lenguaje adquirido (señas u
oral). Sin embargo, estos gestos tempranos en niños oyentes son menos usados
para comunicarse realmente, como lo hacen los niños sordos.
La importancia del estudio
de los gestos está dada por constituir los precursores de las señas. Los gestos
acompañan las señas de la misma manera que acompañan el habla. De ahí que
importe investigar la relación entre gestos tempranos, palabras o señas
tempranas y el conocimiento que alcanzan los niños de las cosas a las cuales
refieren. En los oyentes se los puede distinguir de las palabras, sin embargo,
en los sordos es más difícil distinguirlos, pero son importantes para estudiar
su desarrollo lingüístico y cognitivo.
En síntesis, las
particularidades del uso de los gestos en los niños sordos, ameritan mayor
investigación, ya que estos movimientos manuales hechos por niños sordos, son
la transición entre el balbuceo y el uso de signos.
Durante la edad preescolar,
los niños expuestos naturalmente a LS incrementan rápidamente la frecuencia con
la que usan signos convencionales para comunicarse acerca de objetos y
acciones. Los signos a esta edad se acumulan y modifican lo que mejora la
comunicación con otros. A los 3 años modifican signos, como por ejemplo,
inflexiones, a los 5 años de edad ya su producción cumple con la reglas de la
Lengua de Señas de Colombiana (LSC), sin embargo, a los 3 ó 4 años no
saben que los signos pueden ser modificados para alterar su significado. El
proceso de modificaciones es similar a los que realizan los niños oyentes con
las palabras.
El orden en que adquieren
los nuevos aspectos del lenguaje niños sordos hijos de padres oyentes, niños
oyentes de padres oyentes y niños sordos hijos de padres sordos, es el mismo,
eso sí con retraso en los primeros. Los niños sordos entre los 3 y 4
años sobre-generalizan algunos signos (ej. verbos irregulares) de la
misma manera que lo hacen los oyentes con las primeras palabras (uso de reglas
generales), por ejemplo, agregando dirección a verbos no direccionales (ej.
TOCAR o BEBER).
ADQUISICIÓN
DEL LENGUAJE E IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN TEMPRANA ENTRE PADRES E HIJOS
SORDOS
La adquisición del lenguaje,
es sin duda un fenómeno que nos parece natural y casi automático. De hecho,
usualmente los términos desarrollo del lenguaje o aprendizaje del lenguaje son
usados indistintamente al considerar niños oyentes, sin embargo, en el caso de
los niños sordos, esto no es posible, se hace necesaria realizar una
distinción. Desarrollo de lenguaje, supone el seguimiento de un
patrón de forma natural o más o menos automática. Aprendizaje del
lenguaje, en cambio, da cuenta de un esfuerzo requerido, con la ocurrencia
de actividades intencionales que involucran al niño como aprendiz y a un adulto
como profesor, siendo así el término que resulta más apropiado para describir
el proceso de adquisición lingüística en los niños sordos.
La disponibilidad y
accesibilidad de la comunicación padres-hijos es quizás la variable individual
más importante en el desarrollo de los niños sordos. Un temprano
establecimiento de lenguaje, fundamenta la adquisición de la lector escritura y
de herramientas cognitivas y sociales durante la escuela, y puede ser el mejor
predictor individual del éxito académico. Sin embargo, los niños sordos hijos
de padres oyentes están en desventaja frente a esto.
Entonces, es importante
prestar atención a las interacciones tempranas de los hijos sordos con sus
padres oyentes. En particular a las estrategias de aprendizaje y a las
capacidades de los padres y las implicancias de estas para el aprendizaje de
los niños y su futura interacción social. Es sabido, que cuando los padres
oyentes conocen la condición de sordera de sus hijos, comienzan a percibir la
aparente “inutilidad” de la emisión de sonidos en la comunicación con ellos. Lo
que redunda en que los padres pierden espontaneidad en la comunicación con sus
hijos. No obstante, existe la posibilidad de que la comunicación madre-hijo
sordo, se soporte sobre el desarrollo de otras modalidades de reconocimiento
afectivo.
Al respecto, se ha descrito
cómo las madres sordas y oyentes de niños sordos utilizan una gran variedad de
modalidades de interacción con sus hijos, existiendo una relación entre la
expresión facial y emociones básicas, lograda eficientemente por los niños
sordos y oyentes a partir de los 12 meses. Las madres sordas de preescolares
sordos, que se comunican en LS son sensibles a la necesidad de claridad en la
comunicación hacia sus hijos, recurriendo a un uso de lenguaje no gramatical.
Así, también es posible que los padres oyentes, al conocer de la pérdida
auditiva de sus hijos, desarrollen intuitivamente estrategias no auditivas,
tales como el contacto táctil, al igual que las madres sordas de niños sordos.
Estas interacciones probablemente permiten el crecimiento de la relación entre
padres e hijos y promueven el desarrollo de un lenguaje efectivo, sobretodo en
el primer año de vida, ya que servirían de soporte para el desarrollo de
herramientas comunicativas, manteniendo la atención necesaria para que el niño
aprenda a comunicarse en una modalidad viso-gestual.
Aun cuando para algunos
niños sordos puede ser suficiente el input oral-auditivo, para la mayoría, el
adquirir lenguaje requiere que integren la información de los labios, rostro
y/o manos de sus padres. Los niños oyentes relacionan simultáneamente
(implícitamente o explícitamente) lo que sus padres dicen y la exploración que
hacen de los objetos y del entorno, es decir, el lenguaje hablado de los padres
y la información visual. En cambio, los niños sordos, dependientes de la
modalidad visual, reciben ambos inputs de manera secuencial, haciendo que la
relación entre lenguaje y significado les sea menos obvia. Así, la introducción
de LS o un habla con soporte visual es insuficiente, si otros aspectos del
ambiente lingüístico no son modificados, por ejemplo, asegurándose que las
señas sean mostradas con los objetos cerca de su campo visual.
Por tanto, la calidad de la
interacción temprana padres-hijos es altamente dependiente de las estrategias
de comunicación que se posean. Las madres oyentes de niños sordos cuando
quieren capturar la atención de sus hijos muchas veces lo hacen en forma
disruptiva e intrusiva (ej. moviéndoles la cabeza hacia ellas). Tienen pocas
estrategias de orientación visual. Padres oyentes de niños sordos en general
son más controladores, enfatizando el control físico y utilizando más
comunicación directiva, no comprendiendo que si utilizaran canales más
efectivos de comunicación requerirían menos del control. Pueden aprender a usar
estrategias visuales, como las que usan las madres de niños sordos, sin
embargo, frecuentemente deben recordar que sus niños dependen de señales
visuales.
Se sabe, además, que padres
oyentes de niños sordos compensan sus anhelos de una comunicación efectiva en
LS con consideraciones emocionales inadecuadas. Lo que significa que la
efectividad de la comunicación decrece. Por lo que la pérdida de flexibilidad y
fluidez del lenguaje utilizado por los padres oyentes, reduce la calidad de sus
interacciones sociales y educativas con sus hijos sordos.
Finalizamos este apartado
concluyendo que el establecimiento de estrategias efectivas de comunicación
padres-hijos, no sólo mejora las interacciones tempranas en el niño sordo, sino
que además tiene beneficios a largo plazo en su aprendizaje del lenguaje y en
su desarrollo social y cognitivo.
INCORPORACIÓN
TEMPRANA DEL LENGUAJE DE SEÑAS COMO PREDICTOR DE UN LENGUAJE EFECTIVO EN NIÑOS
SORDOS
La importancia de la
introducción temprana del LS en los niños sordos, puede ser avalada hoy en día
desde distintas evidencias; desde su reconocimiento como lenguaje natural y las
implicancias socioculturales de ello, por las evidencias de los logros
alcanzados por los niños sordos, hijos de madres sordas, al adquirirlo
naturalmente, por la evidencia de que las etapas de adquisición del lenguaje de
señas son similares a las del lenguaje oral y recientemente además, desde la
neurociencia al aportar evidencia que muestra que la organización neural del
cerebro que participa a la base del lenguaje de un hablante nativo de lenguaje
de señas, es similar a la de un hablante de lenguaje oral, a pesar de tener un
componente viso-espacial.
No obstante, las ventajas
del aprendizaje temprano del LS, es importante considerar que los niños sordos
interactúan en otros contextos además del de su hogar, lo que los expone a más
experiencia de lenguaje y más patrones, por lo que el aprendizaje del lenguaje
contextual es complejo. Por ejemplo, cuando los padres oyentes de niños sordos
están aprendiendo LS, sus hijos lo aprenden más rápido porque en la educación
preescolar están más expuestos a LS y porque son más dependientes de él, es
decir, les resulta más eficiente. Con los profesores sucede lo mismo, del 25%
al 50% de la información es omitida en su LS, al usar ellos simultáneamente LS
y lenguaje oral. Además del caso de uso erróneo de los signos por oyentes.
Estudios con pruebas
estandarizadas de desarrollo del lenguaje muestran disparidad entre niños
sordos y no sordos (semántica, sintaxis y aspectos pragmáticos). Encontraron
dificultades consistentes en sordos profundos en el uso de herramientas
pragmáticas en las interacciones cara a cara.
Sin embargo, se plantea si
estos resultados son, porque los sordos tendrían desconocimiento de las reglas
del discurso conversacional o por problemas atribuibles al tipo de evaluación.
Al respecto, es importante considerar que las reglas del discurso
conversacional presentan diferencias al comparar comunicación oral con
comunicación por señas en hablantes nativos.
Al respecto, un estudio en
que se utilizó un análisis basado en la comprensión del significado de
historias, muestra equivalencia en el uso de reglas discursivas por parte de
niños sordos y oyentes, de entre 7 y 15 años. Estando así, la dificultad de los
sordos en el menor dominio mostrado de la gramática y el vocabulario del
lenguaje oral y no en la estructuración semántica de sus producciones (escritas
y signadas). De esta forma, se concluye que la carencia de fluidez de los niños
sordos, puede esconder la presencia de una coherencia temática correcta en la
escritura de los niños sordos en la escuela, lo que llevaría a suponer que
estos niños tendrían déficit de herramientas discursivas. Entonces se afirma
que los sordos conocen las reglas del discurso necesarias para la escritura y
para una conversación normal. Se demuestra así, que las habilidades
lingüísticas generales son independientes de las sub-herramientas específicas
del inglés (idioma estudiado) y comparables a las de los compañeros oyentes de
su misma edad. Estudios como estos permiten superar la visión que entregaban
las primeras investigaciones en que se confundían las habilidades cognitivas de
los niños sordos (entre ellas las lingüísticas) con habilidades relativas al
idioma de la respectiva comunidad oyente
EL DESARROLLO DE LOS NIÑOS SORDOS.
DESARROLLO COMUNICATIVO Y LINGÜÍSTICO Y DESARROLLO COGNITIVO.
·
EL
DESARROLLO COMUNICATIVO Y LINGÜÍSTICO
Los
procesos de socialización lingüística son distintos como distintos son los
ambientes en los que se desarrollan los niños sordos. Los niños sordos cuyos
padres son signantes (utilizan la lengua de signos) adquieren de forma
espontánea la lengua de signos que se utiliza en el ambiente familiar. La
relación es similar a la que se produce entre el niño oyente y el lenguaje oral
hablando en su familia. En esta situación se halla al menos el 10 % de niños
sordos cuyos padres también son sordos. Losa demás niños sordos tienen padres
que de entrada no conocen la lengua de signos y utilizan la lengua oral, aunque
se ven obligados a aprender algún sistema de comunicación signado al valorar
las consecuencias positivas que puede tener para su hijo (en la mayoría de los
casos la lengua de signos propia de la comunidad de personas sordas).
·
LA
COMUNICACIÓN TEMPRANA
Las
diferencias entre los niños sordos y los oyentes comienzan a manifestarse desde
los primeros meses de vida. Los lloros, balbuceos y arrullos de los primeros
cuatro meses son iguales en unos y en otros, pero estas expresiones vocales
empiezan a descender en los niños sordos con pérdidas auditivas severas y
profundas a partir de los cuatro-seis meses. La ausencia de feedback auditivo de sus propias vocalizaciones
contribuye decisivamente a esta desaparición. Mientras que los niños
oyentes comienzan desde los primeros
meses a desarrollar pautas de entonación adecuada al lenguaje oral que
escuchan, a responder diferencialmente a estas entonaciones y a establecer la
relación entre sonido y visión, los niños sordos no manifiestan de forma
semejante estos comportamientos.
·
LA
ADQUISICIÓN DE LA LENGUA ORAL
El
proceso de adquisición del lenguaje oral por los niños sordos profundos es muy
diferente al de los niños oyentes a al de los propios sordos en relación con la
lengua de signos, según se describirá posteriormente. Los niños sordos,
especialmente si la sordera es profunda, se enfrentan a un difícil y complicado
problema como es el de acceder a un lenguaje que no pueden oir. Su adquisición
no es, por tanto, un proceso espontáneo y natural, vivido en situaciones habituales
de comunicación e intercambio de información, sino que es un difícil
aprendizaje que debe ser planificado de forma sistemática por los adultos. Las
palabras se incorporan poco a poco al vocabulario del niño, convirtiéndose su
adquisición en un objetivo en sí mismo, lejos de un contexto comunicativo
interactivo.
·
LA
ADQUISICIÓN DE LA LENGUA DE SIGNOS
Numerosos
estudios realizados sobre la adquisición de la lengua de signos han
comprobado que su evolución es muy semejante a la que se produce en los niños
oyentes en relación con la lengua oral. Esta similitud básica, sin embargo, no
impide que se manifiesten determinadas diferencias debidas a su distinta
modalidad de expresión, manual u oral. Estas profundas semejanzas encontradas
entre la adquisición y el desarrollo de la lengua de signos y la lengua oral no
debe obviar que cada una de estas lenguas tiene una modalidad propia de
expresión, lo que provoca diferencias específicas entre ambas. Fernández Viader
(1996) recoge un ejemplo que es representativo de las posibilidades de la
lengua hablada, que se expresa de forma sucesiva, y de la lengua signada, que
se expresa de forma más simultánea. Dos palabras no se pueden pronunciar al
mismo tiempo. Sin embargo, algunos signos, equiparables a una frase, pueden expresarse de forma simultánea,
integrándolos en una expresión signada más amplia en la que se utilizan ambas
manos, o las manos y el movimiento de la cabeza.
·
EL
DESARROLLO COGNITIVO
El libro de Myklebust (1964) sobre la
psicología del sordo recoge la tesis de que el desarrollo de la inteligencia de
los sordos es diferente al de los oyentes. El dato principal en el que se basa
es que su pensamiento está más vinculado a lo concreto y presenta más
dificultades para la reflexión abstracta. Esta constatación no impide que en
muchas pruebas de inteligencia, especialmente aquellas con menor contenido
verbal, los resultados que obtienen los sordos sean similares a los de los
oyentes. Por estas razones es posible desarrollar una psicología propia de las
personas sordas.
Esta diferencia procede de las
limitaciones que tienen los sordos para acceder a la información, por lo que su
atención se centra sobre todo en sus experiencias internas. La ausencia del
sonido limita el acceso al lenguaje, lo que a su vez va a influir en el
desarrollo del pensamiento abstracto y reflexivo.
·
LA
INTELIGENCIA SENSORIOMOTORA Y EL DESARROLLO DEL JUEGO SIMBÓLICO
Las escasas investigaciones realizadas
(Marchesi y col. 1994, 1995), han comprobado que el desarrollo sensorio motor
de los niños sordos es semejante al de los oyentes. Destacar la importancia del
lenguaje en los juegos más sociales como son los juegos de roles.
·
PENSAMIENTO
LÓGICO CONCRETO E HIPOTÉTICO DEDUCTIVO
Los niños sordos presentan una evolución
similar a la de los niños oyentes aunque con un retraso entre dos y cuatro
años, en función del nivel de abstracción requerido para alcanzar el concepto
estudiado.
El
pensamiento hipotético-deductivo es el que caracteriza la etapa de las operaciones formales. Piaget
ha reconocido la importancia del lenguaje para alcanzar este nivel intelectual,
por lo que cabe esperar que los niños sordos con mayor retraso lingüístico
tengan más dificultades para dominar este tipo de pensamiento. Los estudios
realizados ponen de manifiesto estas dificultades, aunque existen diversas
interpretaciones. Se cree que la causa del problema se debe al tipo de
enseñanza que reciben los sordos, demasiado concreta y literal, el factor de
las limitaciones para el pensamiento abstracto que manifiestan los sordos
(Woods et al., 1986).
·
CONOCIMIENTO
E INFORMACIÓN
La adquisición de conocimientos está muy
relacionada con la capacidad de recibir información y elaborarla adecuadamente.
No es extraño por tanto, que los sordos tengan mucho más restringido sus
conocimientos de realidad.
La
investigación realizada por Esteban Torres (1986) sobre el recuerdo de cuentos
y narraciones en niños sordos pone de manifiesto estas limitaciones. Los niños
sordos de cuatro a seis años con pobre nivel lingüístico presentan muchas más
dificultades para recordar secuencias narrativas de la vida diaria que los
niños oyentes y que otros niños sordos que han adquirido la lengua de signos.
·
LA
EVALUACIÓN DE LOS NIÑOS SORDOS
Debe
abarcar dos ámbitos claramente diferenciados, aunque interrelacionados, que son
competencia de distintos profesionales: la medición de la audición y la
evaluación psicopedagógica.
·
LA
MEDICIÓN DE LA AUDICIÓN
Las dos pruebas más utilizadas, la
primera con bebés y la segunda con niños mayores de tres años, son los
potenciales evocados y la audiometría tonal.
·
LOS
POTENCIALES EVOCADOS
Es
la prueba más utilizada y fiable con menores de tres años. Se basa en el envío
de estímulos sonoros a las distintas estructuras de la vía auditiva. Las
señales bioeléctricas que provocan estos estímulos son recogidas por unos
electrodos y posteriormente se registran y analizan por un ordenador. Los
potenciales de latencia corta o de tronco cerebral son los más utilizados con
niños y permiten el diagnóstico auditivo en tonos medios y agudos (1000 a 4000
Hz), así como la situación de algunas lesiones auditivas mediante el estudio
comparativo de las distintas ondas que se producen.
·
LA AUDIOMETRÍA TONAL
Es
una de las pruebas más características y se puede empezar a utilizar con niños mayores
de tres años, ya que deben ser entrenados para escuchar el sonido y dar una
respuesta. Se emplea un audímetro que es un aparato que emite distintos sonidos
con distintas frecuencias e intensidades. Los resultados obtenidos se expresan
en un audiograma, que recoge la intensidad de la pérdida auditiva del niño en
cada uno de sus oídos en función de
diversas frecuencias.
·
LA EVALUACIÓN PSICOPEDAGÓGICA
La
evaluación psicopedagógica debe obtener información sobre las características
del entorno familiar del niño, sus posibilidades de aprendizaje y las
condiciones educativas con el fin de colaborar para que el proceso de
enseñanza-aprendizaje sea lo más efectivo posible. La finalidad de la
evaluación es obtener datos, seleccionar los más significativo, completarlos a
partir de la observación o de otros medios complementarlos e interpretarlos
para señalar la respuesta educativa más adecuada.
La
evaluación del alumno no se dirige exclusivamente hacia sus capacidades ni se
realiza en un momento específico. Es más bien una relación interactiva y
continuada entre el evaluador, la familia, el niño y los profesores para
conocer el origen de las necesidades educativas del niño y establecer
conjuntamente el modo y estilo comunicativo, así como las experiencias de
aprendizaje que sean más enriquecedoras para el niño. La evaluación debe
orientarse a tres ámbitos específicos: la familia, el niño y la escuela.
·
EL
CONTEXTO FAMILIAR
Lo
que sucede en el ámbito familiar tiene gran importancia en el desarrollo y aprendizaje
de cualquier alumno. Las relaciones familiares, el clima social y emocional, el
seguimiento de los progresos del niño, y las expectativas hacia él son factores
que tienen gran influencia en la evolución de los niños. En el caso de los
niños sordos, además de aquellos, hay un aspecto del entorno familiar que tiene
una especial relevancia: el tipo de comunicación que se utiliza en el hogar.
La
forma y el estilo de comunicación que utilizan los padres con el niño sordo
tiene una gran importancia para su desarrollo y aprendizaje, como ya hemos
señalado. Si los padres también son sordos, existirá un mayor conocimiento de
las consecuencias de la sordera, y una habitual comunicación con la lengua de
signos, lo que facilitará las relaciones familiares. Si los padres son oyentes,
necesitarán más información sobre el mundo del sordo y sobre el modo de
comunicación más adecuado para su hijo. De cualquier forma debe haber estrecha
coordinación entre el modo de comunicación que se utiliza en el colegio y el
que se utiliza en la familia.
·
LAS
CAPACIDADES DEL NIÑO SORDO
El
conocimiento de las capacidades comunicativa, cognitiva y social del niño, así
como sus posibilidades de aprendizaje, son un objetivo imprescindible para
hacer una evaluación psicopedagógica. Debemos conocer las capacidades a nivel
comunicativo-lingüístico. Su objetivo es conocer el nivel fonológico, morfosintáctico,
semántico y pragmático que ha alcanzado el niño en su comunicación oral y, si
utiliza otra modalidad comunicativa, en la lengua de signos. La estrategia más
adecuada suele ser la observación en
situaciones de interacción, si el niño es pequeño o tiene una pérdida
auditiva profunda. La colaboración con padres y profesores, es imprescindible para
hacer la evaluación completa.
La
evaluación del desarrollo cognitivo es otra dimensión importante para tenerse
en cuenta. Entre dos y seis años, la observación del juego simbólico, es el
instrumento más rico para conocer su evolución. Para ello es preciso facilitar
al niño diferentes juguetes y materiales que permitan analizar este factor. A
partir del juego que realiza en compañía de sus padres o de otros niños se
puede también analizar su nivel y estilo comunicativo.
·
EL
CONTEXTO ESCOLAR
Hay
que valorar el tipo de comunicación que se establece con el profesor y con los
compañeros. Considerar si favorece los intercambios comunicativos y si permite
que el niño acceda a los aprendizajes escolares. Hay que evaluar también el
ritmo de aprendizaje del niño sordo y comprobar los cambios que se deben
realizar en los distintos componentes del currículo para adaptarlos a las
posibilidades del niño. También hay que observar la influencia
de otros factores, como la luminosidad, la
acústica del aula o la ubicación del alumno en relación con el profesor, la
pizarra o cualquier otra fuente de información.
·
EL
PROCESO DE ENSEÑANZA
Las decisiones más importantes que se han de
tomar a lo largo del proceso de enseñanza son: los sistemas de comunicación,
las adaptaciones curriculares y el tipo de escolarización.
·
LOS
SISTEMAS DE COMUNICACIÓN
En los países del Sur de Europa, existe la
tradición que defiende el valor de la comunicación oral en la educación de los
niños sordos. La lengua de signos como un conjunto de gestos icónicos y poco
estructurados, y el miedo a que su utilización interfiera en el aprendizaje de
la lengua oral ha conducido a rechazar la incorporación de sistemas manuales de
comunicación en las escuelas para sordos.
·
PALABRA
COMPLEMENTADA O CUED-+SPEECH
Es un sistema
elaborado por Cornett (1967). Su objetivo es permitir que el niño sordo aprenda
el lenguaje por medio de la lectura del movimiento de los labios con la ayuda
de señales suplementarias. Con este método no creamos una alternancia
comunicativa, sino que facilitamos la comprensión del lenguaje oral por medio
de señales manuales.
Este
sistema se basa en la utilización de un conjunto de señales manuales cerca del
rostro para que se vean de forma simultánea a la percepción del movimiento de
los labios. La adaptación española de la palabra complementada de Santiago
Torres (1988) utiliza ocho formas de la mano para las consonantes y tres
posiciones para las vocales.
Este
sistema no ayuda a la expresión comunicativa pero es una alternativa para la
comunicación.
·
ENFOQUE
BILINGÜE
La
comunicación bilingüe supone utilizar dos lenguas con las personas sordas: la
lengua de signos y la lengua oral. Este enfoque bilingüe puede tener puede
tener dos alternativas: el bilingüismo sucesivo y el simultáneo, en el que
ambas lenguas se emplean desde el comienzo en la comunicación del niño sordo.
Hay
dos razones para la defensa del enfoque bilingüe: la primera que la lengua de
signos es un sistema lingüístico estructurado, con coherencia interna y un
sistema de reglas capaz de producir expresiones y significados. En segundo
lugar, la presencia de una comunidad de personas sordas que utilizan la lengua
de signos como lengua propia. Sus dificultades son de tipo practico: formación
de padres y profesores.
·
LAS
ADAPTACIONES DEL CURRÍCULO
Hay
algunas áreas, lengua oral, lengua extranjera y música, en las que deben
realizarse importantes adaptaciones curriculares. En el caso de lengua se han
de tener en cuenta todas las cosas descritas anteriormente. En el planteamiento
de la lengua extranjera se debe estar en estrecha colaboración con el de la
lengua propia. Se puede decir en general que hasta que el niño sordo no haya
alcanzado un cierto dominio de su primer código lingüístico, no es aconsejable
que inicie el aprendizaje de una segunda lengua. Los objetivos de esta área se
han de centrar en hacer ver al alumno la existencia de otros sistemas orales
distintos al suyo y que llegue a ser capaz de utilizar expresiones de uso
habitual.
Es
importante desarrollar el deseo de sabes, el interés por la búsqueda de
información, el gusto por la lectura y la satisfacción por la resolución de un
problema determinado. A estos objetivos debe adaptarse la metodología que se
desarrolla en el aula. Cuatro principios han de tenerse en cuenta:
§ Favorecer
la actividad propia de los alumnos.
§ Organizar
actividades de aprendizaje en pequeños grupos.
§ Facilitar
que los alumnos puedan realizar tareas distintas.
§ Utilizar
métodos visuales de comunicación.
LENGUAJE
EFECTIVO
La
denominación lenguaje efectivo hace referencia a la necesidad de los
niños sordos de interactuar con la mayoría de la comunidad oyente, no obstante,
los beneficios del lenguaje de señas, incluso para alcanzar esta meta.
Sin embargo, los niños
sordos tienen dificultad para alcanzar un lenguaje oral inteligible y más aún
quienes tienen pérdida auditiva congénita, alcanzando difícilmente un habla
completamente comprensible.
La efectividad del lenguaje
pasa también por el nivel de competencia alcanzado por los sordos en la lector-escritura,
referente a esto las recientes investigaciones ha demostrado la ventaja que
obtienen en esta habilidad quienes han sido incorporados tempranamente a LS. La
importancia de esto lo muestra un estudio que refiere que los niños sordos más
avanzados en sus herramientas de lecto-escritura, hacen un mayor uso de un
lenguaje de señas privado en la casa y en la escuela, uso que supone un
aprendizaje temprano o natural (en el caso de niños sordos hijos de sordos) de
este lenguaje.
Respecto a los beneficios
globales alcanzados en el lenguaje por los niños sordos al ser hijos de padres
sordos, es necesario tomar en cuenta que estas ventajas se deben probablemente
más al ambiente de aprendizaje que a una propiedad per se del LS. Así, la vía
por la cual el conocimiento y significación temprana del lenguaje es organizada
depende de la calidad y cantidad de interacciones lingüísticas, siendo
importante para las posteriores herramientas de lector escritura.
Se concluye, de esta manera,
que existe una estrecha relación entre la sensibilidad maternal a las
interacciones y las herramientas efectivas de lenguaje expresivo de los niños
sordos. Esto indica la necesaria flexibilidad y motivación de las madres
oyentes, como características para compensar las necesidades de sus hijos
sordos.
LENGUAJES
DE SEÑAS Y POSTERIOR APRENDIZAJE DEL HABLA ORAL
Históricamente, educadores
de la tradición oralista, han planteado que aprender LS podría disminuir la
habilidad o motivación para aprender lenguaje oral, sin embargo, no existe
evidencia empírica de esto. Lo que sí se ha visto es que la gramática del LS a
veces se introduce en la escritura y habla de niños sordos (como en el
aprendizaje de cualquier segunda lengua). No obstante, este tipo de
dificultades, se sabe que la temprana exposición de los niños sordos al
lenguaje de señas, es un predictor significativo del posterior éxito académico.
De hecho, se afirma que
cerca del 90% de los niños sordos estarían en condiciones de adquirir lenguaje
oral (recepción y producción), pero bajo óptimas condiciones (familiares,
educacionales, intelectuales). Sin embargo, este optimista porcentaje no
discrimina entre quienes están en condiciones de usar lenguaje oral
eficientemente y quienes sólo lo pueden usar para el habla cotidiana.
Niños sordos participantes
de programas de educación bimodal (simultaneidad de uso de lenguaje oral y el
idioma respectivo en una versión signada) muestran mejor desempeño en LS que en
lenguaje oral. No existiendo diferencias entre niños sordos hijos de sordos u
oyentes a los 5-6 años, en habilidad para el inglés hablado o signado; sin
embargo, a los 7-8 años los hijos de sordos muestran una pequeña ventaja en
ambas modalidades. Además, se ha demostrado, estudiando a hijos oyentes de
padres sordos, que la disponibilidad temprana de lenguaje signado y hablado
facilita el lenguaje expresivo.
DISCUSIÓN
En relación a los
antecedentes revisados, es importante destacar que en general el
establecimiento de estrategias efectivas de comunicación madre niño, no sólo
mejora las interacciones tempranas, sino que además, tiene beneficios a largo
plazo tanto para el aprendizaje del lenguaje, como para el desarrollo social y
cognitivo.
Lo anterior, cobra especial
relevancia en el ámbito de la educación temprana de los niños sordos, ya que un
adecuado programa de estimulación debe tener en cuenta que no sólo se debe
actuar remedialmente sobre el “déficit” del niño, sino que la intervención en
su desarrollo lingüístico implica otras áreas, tales como la afectiva, la
intelectual y la social.
Al respecto, por ejemplo, existe
evidencia aportada por estudios que investigan cómo en los niños sordos, hijos
de padres oyentes se ve retrasada la edad en que adquieren la capacidad de
atribuir estados mentales en los otros (teoría de la mente), fundamentalmente
por sus limitadas interacciones lingüísticas antes de los 5 años con sus padres
oyentes, explicado esto por la hipótesis que vincula la habilidad lingüística
con el desarrollo de esta capacidad en los niños. Estas investigaciones
muestran lo crucial de darle la oportunidad a los niños sordos de desarrollar
LS tempranamente para que así tengan la posibilidad de representase su entorno
y a sí mismos, sin presentar retrasos debidos a la estimulación por canales
inadecuados.
Nos parece relevante
destacar, también, que los beneficios globales alcanzados en el lenguaje por
los niños sordos al ser hijos de padres sordos, demostrados por investigaciones
que además han servido para la reivindicación del LS como lengua natural, no se
deben a que este lenguaje tenga cualidades que lo hagan superior u otros, más
bien debemos concluir que estos datos nos muestran la importancia del adecuado
ambiente de aprendizaje de una lengua.
Es importante centrar las
investigaciones en los aspectos pragmáticos del lenguaje oral logrado por los
sordos y no sólo en el dominio sintáctico o gramatical alcanzado, ya que mucha
de la integración social de los sordos depende más bien de la posibilidad de
ser competentes en ambientes informales, fuera de la comunidad sorda (en la
oyente) en contextos por ejemplo, conversacionales. Por esto, además se
requiere la consideración de factores sociales al estudiar el aprendizaje del
lenguaje en los niños sordos. Entendiendo, de esta forma, que importa, como en
el estudio de cualquier lenguaje, la comprensión de la interacción entre
estructura, contenido y contexto.
Finalmente, los estudios
revisados aquí, muestran que ni el lenguaje oral ni el de señas pueden ser
vistos como alternativas excluyentes sino que, más bien, hay que considerar que
los sordos siempre participarán en dos comunidades, la oral y la sorda, y lo
importante es que tengan las competencias necesarias para desempeñarse
eficientemente en ambas.
¡Ánimo!...Esperamos
que disfrutes tanto como nosotros leyendo con tus hijos...